Rafael Guerrero conduce la escuela Clara Chuchio, luego de sobrevivir un grave accidente

Periodista: Víctor Hugo Lera Aguilera
Rafael Guerrero Ramírez de 37 años, es un joven ejemplar amante del fútbol que se dedica a entrenar a chicos en su propia escuelita de Ciudad Satélite y de la misma manera se viene capacitando en distintos cursos relacionados con el deporte masculino y femenino. Lo más notorio es que a pesar de tener dificultades con el habla, producto de un serio accidente que sufrió en 2010 y que casi le quita la vida, Guerrero viene haciendo honor a su apellido batallando día a día para alcanzar sus objetivos. 'Mi vida era jugar al fútbol, hasta que sufrí el accidente que me dejó 3 meses en coma y otros 8 meses internado. Sin duda alguna, fue un duro golpe para mi familia y mi persona, pero pienso que todo lo que pasó estaba escrito por Dios y ahora soy un instrumento para enseñar a los niños', expresó.
Una vez superado el accidente, desde el 2013 se dio el desafío de aperturar una escuelita de fútbol que inicialmente funcionaba en las épocas de invierno y verano. Ese mismo año también se afilió al colegio de árbitros de Futsal Santa Cruz. Estudió para obtener la licencia categoría C que otorga la Federación Boliviana de Fútbol y es profesor de educación física, además colabora en algunos clubes cruceños.
Lo que más disfruta en los entrenamientos que realiza en su escuelita de nombre Clara Chuchio, es contar con sus hijas Mariana (13) y Rafaella (11) que sueñan con llegar a la Selección Nacional. 'Soy el padre más afortunado al contar con ellas y acuérdense del nombre Mariana Camila Guerrero que pronto será la revelación del Fútbol Femenino Boliviano', sentenció el profesor que está casado con Aracely Bravo.
Para los niños y niñas que deseen formar parte de la escuelita ubicada por Ciudad Satélite, pueden comunicarse al siguiente número 70805196. 'En Bolivia tenemos mucho talento, pero necesitamos que los dirigentes nos ayuden para que no se queden en medio camino', mencionó.
Antes de finalizar la entrevista, Guerrero quiso dar un mensaje a la juventud. 'No dejen que las malas amistades interrumpan sus sueños y al contrario luchen por ellos y sobre todo pídanle la guía a Dios', recomendó.
Antes del accidente, Guerrero jugaba como defensor central en los clubes de Ferroviario, Hamacas sub 19, Real América jugando en segunda de ascenso en 2002-2005, Universidad 2006 en la que disputó la Copa Simón Bolívar, Real Santa Cruz y Real América. En fútbol de salón jugó para la U Graff en Primera A en 2007 y en la siguiente temporada pasó a Universidad Ecológica en la Primera B.
Mientras practicaba fútbol, paralelamente estudiaba la carrera de Actividad Física en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. Posteriormente formó parte del cuerpo técnico de la Selección Cruceña sub 18 y sub 19 como preparador físico en la temporada 2008-2009.





    

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