"No importa cuantas veces te derriben, lo que importa es que te levantes y lo sigas intentando", Marlene Flores

 Por: Andres Zankis

Nació el 23 de abril del 2001. Viene de una familia apasionada por el fútbol, su padre y sus hermanos la llevaban a que los acompañe a ver sus partidos, gracias a esas actividades juntos, es que Marlene Flores Segovia empieza a descubrir que este deporte también era para ella.

Con 7 años ya jugaba con otros niños, pero a sus 9 años, empezó a entrenar de una manera más dedicada. Esa niña no imaginaría hasta dónde el balompié la llevaría.

Actualmente lleva tres meses en jugando para Angelina College en Estados Unidos. Sin embargo, Marlene ha jugado también para equipos bolivianos: Club Lucio Siles, Monteagudo y Real Tomayapo (actual campeón nacional de fútbol femenino).

Ser una boliviana en el extranjero significa mucho para nuestra jugadora de la semana, asegura que tiene muchos sueños por cumplir y, cada día se esfuerza por lograrlos. Su objetivo es dejar el nombre de Bolivia en lo más alto del fútbol femenino mundial.

"Representar a mi querida Bolivia es todo para mí. Siempre fue mi sueño desde que inicie mi carrera futbolista. Quiero lograr que hablen de Bolivia como un sinónimo de talento, llevar su nombre por el mundo", aseguró la delantera.

Lo que más extraña de estar lejos de su país, es a su familia, "Ha sido duro separarme de los seres que amo, pero ellos me han dado su apoyo en todo momento". No podrá regresar a Bolivia hasta diciembre del 2023, fecha que está planificada de acuerdo a las normas de su actual club.

Mientras tanto, la #9 de Angelina College aprovecha al máximo su estadía en canchas estadounidenses. Asegura que en ese lado del mundo, hay apoyo total y dura competencia en el fútbol femenino, donde califica como "ventajas" ambas definiciones, mismas que la motivan a exigirse cada día más.

"Tengo la oportunidad de mostrar mi fútbol, ese que aprendí en mi país. La diferencia es que ahora tengo más seguridad en mí misma y el estar acá, hace que mejore cada vez más en lo técnico y en lo táctico. Sin duda alguna, cada momento es un aprendizaje nuevo, es muy enriquecedor todo lo que vivo". 

Considera que el momento más feliz de su vida fue cuando se enteró que le darían la oportunidad de jugar fútbol y estudiar en Estados Unidos. Espera que esta oportunidad la puedan tener otras jugadoras bolivianas, a quienes también les dejó un mensaje:

"Luchen por lo que quieren, luchen por sus sueños, no importa el obstáculo que se presente en el camino, no se rindan. No dejen que las mentes pequeñas hagan que ustedes piensen que sus sueños son demasiados grandes, no hay imposibles. No importa cuantas veces te derriben. Todo lo que importa es que te levantes una vez más y lo sigas intentando", concluyó.

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